Una mujer exquisita no es aquella
que más hombres tiene a sus pies, sino aquella que tiene uno solo que la hace
realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más
joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más
llamativo, es aquella que con tan sólo una sonrisa y un buen consejo puede
alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que
tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño
por hacer felices a los demás.
Una mujer
exquisita no es la más ardiente, sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.
Una mujer
interesante no es aquella que se siente halagada por ser admirada por su
belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y un hombre,
un hombre exquisito es aquel que valora una mujer así.
Autor:
Gabriel García Márquez
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